Katy Perry se ha convertido en una de las últimas estrellas mundiales que han dado el paso. Y no estamos hablando de pasar por el altar o lanzarse en paracaídas. La artista californiana ha vendido las canciones incluidas en sus cinco álbumes de estudio por un precio que supera los 225 millones de dólares.

El acuerdo entre la intérprete y la compañía Litmus Music a través de Capital Records incluye todos los proyectos de estudio de la artista desde el 2008 hasta el 2020. Universal Music seguirá siendo el dueño de los másters originales del estudio de grabación de los últimos 5 años.

One of the Boys (2008), Teenage Dream (2010), PRISM (2013), Witness (2017) y ‘Smile’ (2020) contienen todas las canciones que encumbraron a Katy Perry al olimpo de las estrellas internacionales de la música gracias a temas como Roar, I Kissed a girl, Firework…

 

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“Me siento muy honrado de asociarme con ella de nuevo y de ayudar a Litmus a gestionar su increíble repertorio. (..) Es una visionaria creativa que ha tenido un gran impacto en la música, la televisión, el cine y la filantropía” dijo Dan McCarroll en el comunicado.

Con un nuevo proyecto discográfico a la vuelta de la esquina, Katy Perry entrega así los derechos de sus canciones a cambio de una gran cantidad de dinero para su explotación comercial. Una mirada más hacia el futuro que hacia el pasado y que ya han seguido antes otros artistas como Dr. Dre, Justin Bieber, Pink Floyd, Phil Collins, Bruce Springsteen, Michael Jackson…

Una nueva era musical que pondrá fin a bastantes años de silencio discográfico: “No he publicado ningún material nuevo desde mi querida Daisy. Creo que estoy escribiendo mucho y he escrito mucho desde un lugar de amor porque siento mucho de eso, tanto amor incondicional, ese amor que nunca supiste que existía” explicó Katy Perry.