El jueves, Jolie presentó una moción ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, alegando que sus intentos de vender su participaciones en la bodega a su exesposo fracasaron cuando él impuso un “acuerdo de confidencialidad”, el cual le impediría hablar sobre cualquier “mala conducta personal” que tuvo durante el matrimonio, buscando encubrir incidentes no relacionados con Miraval.
Este caso no sólo se centra en el control de la empresa vinícola adquirido por la pareja en 2008, sino que presentará “los abusos que comenzaron mucho antes del viaje familiar en un avión privado, desde Francia a Los Ángeles en septiembre de 2016″.
¿Qué sucedió con Brad Pitt y Angelina Jolie?
Según información judicial, aquel día “Pitt agarró a Jolie por la cabeza y la sacudió, luego la agarró por los hombros y la sacudió de nuevo, lanzándola a la pared del baño. Después, golpeó el techo del avión varias veces, obligándola a salir del baño. Cuando uno de los niños la defendió verbalmente, él se lanzó hacia su propio hijo, lo ahorcó y golpeó en el rostro”.
“Aunque Jolie lo agarró por detrás para detenerlo, él la quitó de encima lanzándola contra los asientos e hiriéndola en la espalda y el codo. Algunos de los niños le pidieron que parara. Estaban muy asustados. Varios estaban llorando”, se detalla.
A pesar de las graves acusaciones, es crucial mencionar que el actor no fue arrestado ni Jolie presentó cargos sobre el incidente durante la investigación del FBI. El propio ganador del Oscar también negó las acusaciones. Un representante de Pitt enfatizó, en octubre de 2022, que “Brad ha aceptado la responsabilidad por lo que hizo, pero no lo hará por las cosas que no hizo”.
La situación cambiará en el próximo juicio, ya que según Page Six, “Jolie demostrará a través de testimonios, correos electrónicos, fotografías y otras pruebas por qué Pitt estaba tan preocupado por su propia mala conducta que arruinó el acuerdo de compra”.
Otro frente de esta extensa batalla legal es la demanda de Pitt en 2022 contra Jolie por vender su parte de la bodega que compraron en 2008, Château Miraval, una propiedad renombrada por su distinguido vino rosado espumoso. La compra fue realizado a nombre de Tenute del Mondo, parte del Grupo Stoli, dirigido por el oligarca ruso Yuri Shefler.