Hasta ahora, pensábamos que Lizzo era una mujer comprometida con su lucha en el body positive tras haberse aceptado tal y como es. Pero no todo es lo que parece.
Las tres, acusan a la cantante de acoso sexual, religioso y racial, además de discriminación por discapacidad, agresión y encarcelamiento falso, entre otras cosas.
“La naturaleza asombrosa de cómo Lizzo y su equipo de gestión trataron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que Lizzo representa públicamente. En privado avergüenza a sus bailarines y los degrada de maneras que no solo son ilegales sino absolutamente desmoralizadoras“, dijo su abogado, Ron Zambrano.