A todos nos encanta ver de una buena película con grande actores, una buena trama con una magnifica escenografía y espectaculares efectos especiales pero ¿Te imaginas una película sin su banda sonora? Es difícil tan solo pensarlo, la música hace de una película una pieza perfecta.
Cientos de películas que han marcado bandas sonoras que aún tarareamos en la ducha o repetimos sin cesar cuando las escucha por la calle.
Por su proyección internacional y los premios que ha adquirido a lo largo de su larguísima trayectoria profesional, que comienza en 1952, John Williams suele encabezar la lista de compositores musicales más prestigiosos de nuestra historia. A sus 88 años se ha sido nominado 59 veces a los Premios Grammy, 21 veces a los Globos de Oro llevándose 4 y ha ganado 5 premios Óscar y 52 nominaciones, siendo el segundo hombre más nominado en la historia de los premios de la Academia superado en cantidad por Walt Disney.
Si imaginamos Star Wars nos vienen a la mente las partituras que compuso para George Lucas. Hablamos de la orquestación perfecta, el 50% del éxito de una franquicia galáctica que sin su música no habría llegado a ser ni la mitad de la leyenda que es ahora.
Lo mismo podríamos decir de La lista de Schindler, obra maestra de Steven Spielberg sobre los guetos judíos durante la ocupación nazi en Polonia. O de Indiana Jones, E. T., El Extraterrestre, Superman, Jurassic Park, Hook, el retorno del Capitán Garfio El imperio del sol o Tiburón, películas con las que crecimos, que nos hicieron soñar, reír, llorar y ni hablar de la mágica pieza que encabeza el mundo de Harry Potter.
El éxito reciente de Christopher Nolan es casi parejo al de su compositor de cabecera, Hans Zimmer, que ha compuesto las bandas sonoras de El caballero oscuro, Origen, Interstellar y Dunkerque, aunque su trabajo más famoso lo hizo con Ridley Scott en Gladiator. Ha recibido diez nominaciones a los Óscar, aunque el único que se ha llevado a casa es el de 1994, fecha en la que creó la composición de una de las películas más emblemáticas de Disney: El rey león. También nos ha hecho soñar con La delgada línea roja, El príncipe de Egipto y Rain Man.
Dedicó lo mejor de su carrera a algunos clásicos: firmó la banda sonora de Chinatown, Poltergeist, El planeta de los simios y de la película de Star Trek. El único Óscar de su carrera se lo llevó por La profecía de 1972. Aunque los fans de la ciencia-ficción nos enamoramos de sus composiciones en Alien, el octavo pasajero.
James Horner trabajo para James Cameron en repetidas ocaciones: Avatar, Aliens y para Titanic que es la banda sonora más vendida de la historia. Horner también trabajó esporádicamente con Mel Gibson en Braveheart.
Howard Shore, por el contrario, ha compuesto menos piezas para cine, pero sus trabajos son extremadamente conocidos por todos los cinéfilos. Principalmente porque se ha encargado de coordinar la música de El señor de los anillos, la épica tirlogía de Peter Jackson inspirada en las novelas de Tolkien, y por la que se llevó nada más y nada menos que tres premios Óscar. Más allá de eso ha sido el responsable de coordinar la banda sonora de La invención de Hugo, El aviador y Gangs of New York. Es el preferido de Martin Scorsese.
Danny Elfman, puso la banada sonora de El indomable Will Hunting, Pesadilla antes de Navidad y Big Fish y es un habitual colaborador en el cine de Tim Burton.
Compositores modernos como Michael Giacchino, quien se ha encargado de adaptar a nuestros tiempos la banda sonora de John Williams en Star Wars, aunque los más puristas lo conocemos por haber creado la descomunal banda sonora de la serie Perdidos, que lo lanzó a la fama. Giacchino, el preferido de J. J. Abrams, ha puesto también las bandas sonoras de Up, Ratatouille y Coco. Es un habitual en los despachos de Disney y Pixar.